



LIBRO EN PREVENTA
INCLUYE POST IT DE REGALO
No puedo tener a Elijah Iverson.
No puedo tenerlo porque es el mejor amigo de mi hermano mayor. No puedo tenerlo porque le rompí el corazón hace cinco años; porque ahora está comprometido con otra persona: alguien amable y confiable que merece sus ojos color whisky, su boca suave, su intelecto feroz.
No puedo tener a Elijah porque he elegido a Dios.
Los hermanos Bell, sin embargo... bueno, no tenemos exactamente el mejor historial con los votos. Pero estoy decidido a hacer bien esto de ser monje: comprometerme a una vida de clausura y pasar el resto de mis años en castidad y oración. Pero ahora Elijah está aquí. Está aquí y viene conmigo en mi viaje por carretera a un monasterio europeo, y entre las confesiones susurradas, los besos robados y los momentos inclinados sobre un altar antiguo, mis votos se sienten cada día más endebles.
Y con votos o sin ellos, sé en el fondo de mi corazón que se necesitaría más que un buen monje para resistirse a Elijah Iverson ahora mismo. Se necesitaría un santo.
Y todos sabemos que yo no soy un santo.